miércoles, 23 de mayo de 2012

Una entrada atípica.


 He conseguido, casi regalados, un viejo torno y una, aún más vieja, fresadora. En verdad parecen dos montones de chatarra, pero mecánicamente están bien y fueron fabricados en la época anterior a la obsolescencia programada: aquel tiempo en que los fabricantes aspiraban a formar una familia en lugar de a pegar un braguetazo.

 Por otro lado, en pago de una deuda, me hice, tiempo ha, con dos transductores magnetoestrictivos Balluff que ahora tendrán utilidad.

 Trabajar con máquinas que carecen de visualizador de coordenadas es duro, sobre todo en el caso de la fresadora. Nuestros antepasados lo hacían, es verdad, pero no tenían, como nosotros, los genes de la obsolescencia.

 La compra de un sistema de coordenadas de tres ejes para la fresadora y de dos para el torno supone un desembolso de entre tres y cuatro mil euros; no está el horno para esos bollos de manera que voy a intentar solucionarlo con unas cuantas horas y algo menos de 150 € de presupuesto.

 Los dos transductores Balluff suministran una tensión analógica lineal de 0 a 10 V que tendremos que convertir en digital. Para ello necesitamos un convertidor A/D. Me he decidido por el CS5530 de Cirrus Logic por precio y por versatilidad. Sus 24 bits de resolución nos darán una precisión sobrada.

 El CS5530 entregará los datos a través del puerto SPI al controlador de 8 dígitos AS1107 de Austria Microsystems, que también tiene un buen precio y que se encargará de iluminar 6 display LED de 7 segmentos, cátodo común.

 Para calibrar el CS5530 había pensado en algún chip de la gama AT, suficientemente probada en la plataforma Arduino, pero he escogido el C8051F de Silicon Laboratories por que tiene el puerto USB integrado y software de evaluación.

 Con una EEPROM y unos (pocos) componentes pasivos tendremos solucionado el problema del torno.

 Para la fresadora tenemos que partir de cero. Austria Microsystems fabrica un integrado de efecto Hall, AS5311 , que promete una precisión superior a media milésima; veremos. Este chip entregará los datos por SPI a un AS1107, el mismo que usamos para el torno y este al display de 6 dígitos. También hará falta un convertidor para evitar que la señal TTL del AS5311 se degrade antes de llegar al AS1107; minucias.

 Repitiendo tres veces el párrafo anterior tendremos las coordenadas X, Y y Z.

 Parece sencillo pero el problema es más bien mecánico. Deslizar el AS5311, un TSSOP20, sobre una banda magnética múltiplo de 10*1 mm (longitudes de hasta 30 m) a una distancia de 0,3 mm en un entorno sucio requerirá algún perfil de aluminio que todavía no tengo decidido.

 Todos los integrados están disponibles y en stock en Digi-key  y, puesto que el pedido es superior a 65 €, (106,65 €) no pagaré portes.

 No tengo intención de hacer un seguimiento minucioso de este proyecto en el blog, pero procuraré responder a los comentarios y peticiones de información que reciba a través del formulario de contacto. Eso si, sin prisas.

 NOTA: A no ser que seáis manitas, pero muy, muy manitas, fabricar los PCB para los IC es un drama. Esta tienda de Alemania  os cobrará 15 € de portes, pero, aún así os costarán unos 30 €; la mitad que en España.

martes, 8 de mayo de 2012

La salida tendremos que alcanzarla y democracia verdadera en 183 palábras.

 No se cansan de decirnos que la crisis tiene sus raíces en la burbuja del ladrillo; es mentira.

 El problema es que tenemos un gobierno con la estructura inflada por décadas de maniobras partidistas. Una comparativa de la OIT de 2008 daba para España la cantidad de 2,5 millones de funcionarios; pero si contamos a los empleados de las casi cuatro mil empresas públicas y los cargos colocados a dedo la cifra supera los tres millones (3.030.0000).

 No entraré a valorar si son muchos o pocos; solo recordaré que en 1975 no llegaban a un tercio de esa cifra y que el aumento de población ha sido de 30%.

 Los impuestos han escalado desde el 27% del PIB hasta el 47% (53% en Cataluña).

 Si el estado gestiona la mitad del PIB es responsable, como mínimo, de la mitad de la crisis. En el caso del ladrillo el 60% del precio de la vivienda era el precio del suelo, inflado básicamente por los políticos.

 El dinero que genera empleo y riqueza es el que queda en manos de los ciudadanos; pero todas las medidas que se están tomando van por el camino de vaciar los bolsillos de los contribuyentes.

 En resumen, los políticos son el primer problema del país, no el tercero, ya que son responsables de los dos primeros.

                    Democracia verdadera en 183 palábras.

 Volver a los tiempos en que comíamos perdices es imposible, pero podemos ser un poco más felices. Para ello hay que empezar de cero.

 Primero los ciudadanos tienen que recuperar el poder y redactar una nueva constitución. Poco importa que seamos monarquía, república o sociedad anónima; lo que importa es controlar la cartera.

 La nueva constitución tiene que establecer la estructura mínima del estado, en cuanto a personal, infraestructuras y equipamientos. Una valoración independiente nos dirá cuanto cuestan esos servicios y, en consecuencia, la carga fiscal que soportarán los ciudadanos.

 Ese es el punto de partida. Tas eso, los impuestos aumentarán automáticamente en la misma cuantía en la que aumente la capacidad adquisitiva de los ciudadanos; es decir, si un político quiere aumentar la recaudación deberá mejorar antes la calidad de vida de los ciudadanos.



 Todo lo demás son minucias:
 a) Los políticos estarán obligados por ley a cumplir lo prometido en su programa electoral y exclusivamente lo prometido.
 b) Toda ley o reforma que que no figurara en el programa electoral deberá ser sometida a referendo o esperar a las próximas elecciones.

 Nota final: dentro de cuatro años, todos pelados.