lunes, 28 de febrero de 2011

Varias formas de gobierno.

La medrocracia ya queda definida en la cabecera y el título de este blog; pero hay otras que también merecen atención.
 La mediocracia es una forma de gobierno confusa, donde nunca se sabe si el poder lo tienen los mediocres, los medios de comunicación o ambos. Para evitar confusiones deberíamos llamar medíocracia al  gobierno de los mediocres y medíacracia al gobierno de los medios de comunicación.
 La medíacracia, mas femenina que la medíocracia, sería del agrado de la ministra de sanidad, mediocrata emérita. Por cierto, Pajín es masculino ya que, de ser femenino, sería Pajorra o Pajucia.
 El antónimo de medíocracia  sería meritocracia, una manera nada corriente de ejercer el poder.
 Italia sería un ejemplo de medíacracia o prisacracia.
 Más común es la miedocracia que se practica en Irán, Venezuela, Cuba, Libia…, con la cabeza baja y los genitales ocupando el sitio de la corbata.
La mierdocracia no necesita explicación; es lo que tenemos.
 Desde Méjico, donde se practica la mordocracia, proponen la palabra pendejocracia como síntesis de todas las anteriores.
 Pendejo es el pelo que nace en el pubis y las ingles y adjetiva a todo el que es bobo, estúpido, idiota, egoísta, pedante, vano, vanidoso, vacuo, ostentoso, fatuo, altanero, arrogante, engreído, petulante, envidioso, jactancioso, presuntuoso y pusilánime.
 Estas son algunas clases de pendejo.

Pendejo optimista: el que cree que no es pendejo.
Pendejo pesimista: cree que solo él es pendejo.
Pendejo laborioso: todo el día se lo pasa haciendo pendejadas.
Pendejo con pedigrí: desciende de pendejos campeones.
Pendejo enamorado: le gusta cualquier pendeja.
Pendejo líder: le siguen todos los pendejos.
Pendejo inútil: ni las pendejadas hace bien.
Pendejo políglota: dice pendejadas en varios idiomas.
Pendejo esperanzado: cree que lo pendejo se le va a quitar.
Pendejo despilfarrador: hace pendejadas de más.
Pendejo burócrata: solo hace pendejadas de 9 a 5, de lunes a viernes.
Pendejo desocupado: usted, por haber leído hasta aquí....

 ¿Democracia?. No tengo ni idea de lo que es, pero parece que “ni está ni se la espera”.

sábado, 26 de febrero de 2011

¡Jesús, que cruz!, o Dysart topando con Aído y Leire.

http://dysart.blogdiario.com/
 La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III…
… restaurada en 1942 por Franco, que la concedió a cinco personas. ¡En cuarenta años!.
 Luego dirán que los gallegos no son tacaños.
 Claro que Felipe González, andaluz desprendido, sólo entregó una. ¿Adivina a quién?.
 Treinta y cuatro condecorados se lo deben a Ansar  y, a ver…, treinta y dos a Zetapero, pero…, pero Trapacero todavía tiene algunas por repartir. ¿Hacemos una porra?.
 Dije antes que Franco concedió cinco, pero la verdad es que la primera, en 1942, se la vendió al sultán de Marruecos, Jalifa Emir Muley Hasan Ben el Mehdi Ben Ismail, que soltó 20.000 pesetas (mas de un millón de euros de ahora) para los pobres de Madrid. ¡Este Paco!.
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 Asnar se puso en mangas de camisa, hizo quinientas flexiones, un poco de dilatación y parió el Real Decreto 1051/2002:
Gran Cruz
“DISPOSICIÓN ADICIONAL ÚNICA. No incremento del gasto público.
 La aprobación de este nuevo Reglamento no supondrá incremento alguno del gasto público”. Hasta aquí perfecto.
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“…podrá ser concedido el ingreso en la Orden con la categoría de Gran Cruz a los que fueran o hubieran sido Presidentes del Congreso de los Diputados, del Senado, del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Ministros del Gobierno y otras altas autoridades del Estado…”. El invento se ha jodido.
 No dice que se deba conceder, dice que “podrá ser concedido”; pero justamente en este punto, interviene la Ley de Murphi que postula que “si algo puede salir mal, saldrá mal”. Ya tenemos aquí Aído.
 Los políticos, al contrario que Groucho, siempre están dispuestos a pertenecer a cualquier club que los admita como socios. Pese al olor a podrido.
 Por cierto, ¿me aceptó la porra?.
 Pues  Zepotero todavía tiene que sacar una hornada. Doraditos y crujientes saldrán Chaves, Trini… y, ¡faltaría más!, su adorada Leire Pajín.
 No estoy seguro de que la expresión “este azote de intolerancia” que Vd. Emplea sea adecuado para la ministra ya que dos negaciones afirman. Si le parece podemos dejarlo en “zote de intolerancia”, con “Z” de Zetapé y si no le gusta que se lave con Zotal.

Ver artículo completo.

viernes, 25 de febrero de 2011

Bienvenido a Estocolmo.

Va Vd. Por el buen camino don  Armando. Mario Vargas Llosa también pasó por Estocolmo antes de llegar a Estocolmo y, de camino, se topó con el “fet diferencial” que Vd. acaba de descubrir.
 En Estocolmo sólo habitan tres especies. Los ciudadanos de Estocolmo, los que padecen el síndrome de Estocolmo y los que todavía permanecen secuestrados.
  Los dos primeros jamás acudirían a la presentación del libro de un “charnego” españolista, Español y de derechas. Los últimos, seguramente son demasiado cobardes para hacerlo.
 ¿Yo?. A mi me gustaría ser ciudadano de Estocolmo, pero el hecho diferencial no me llega a la rodilla y me tengo que conformar con ser “castellano-leonés o castellano y leonés“; nunca español.
 Me cuesta pronunciar la palabra España, porque me disgusta mentar a los muertos y “este país” , don Armando, murió hace años de una enfermedad conocida como ejemplar transición.
 Claro que lo de “este país” puede que resuelva las dudas en Madrid pero resulta bastante ambiguo aquí, en Estocolmo y pesar de que los holmienses van a la suya  la expresión “grupo de interés” no tiene connotaciones negativas.
 Creo que veremos a muchos chinos aterrizar Estocolmo; casi podría asegurar que una de las cuatro personas más inteligentes del mundo vive allí, muy cerca de uno de los cuatro más tontos.
 China será, muy pronto, la primera potencia mundial; pero lo será porque el listón bajará hasta la altura que los chinos puedan saltar. El modelo económico  que siguen, el nuestro, es un callejón sin salida.
 Si quiere podemos discutir las posibilidades que tiene nuestro sistema económico de acoger a más del doble de consumidores, pero…
 ¿Sabe Vd. que la chatarra de hierro ha pasado de valer 0,03 €  a  0,42 € en diez años?.
 ¿Qué el cobre ha pasado de 0,2 € a 6 € en el mismo período?.
 ¿Recuerda  el asunto de Iberia cuando se redujo de tres a dos el número de aceitunas del menú?.
 ¿Cree que los consumidores podrán seguir ejerciendo de tales con unos sueldos cada vez más bajos y una materias primas en ascenso imparable?.

 PD. No se haga mala sangre con las singularidades catalanas. Haga como yo. No me importa que los catalanes no hablen español; es más, preferiría que fueran todos mudos.